24 de febrero de 2013

Las luces del Siglo de la Luces

En las calles de Sevilla hay vestigios de su pasado que suelen pasar desapercibidos bien porque no se conocen o, simplemente, porque han sido olvidados
Es el caso de los faroles y hachones que ordenaron colocar en las fachadas de las casas los Asistentes de la ciudad en el siglo XVIII para dar luz a las oscuras y peligrosas noches sevillanas.
Primeros pasos del alumbrado público en la ciudad, antecedentes de las actuales farolas y, sobre todo, un intento de amedrentar a los delincuentes que campaban a sus anchas por todos los rincones de la ciudad a partir de la puesta del Sol

Calle Doña María Coronel
Detalle de balcón en la calle Doña María Coronel

16 de febrero de 2013

La Casa de la Torre

A mediados del siglo XV Sevilla era un campo de batalla.
Las dos familias nobiliarias más importantes del momento, los Duques de Arcos y los de Medina Sidonia, estaban enfrascadas en una guerra sin cuartel para hacerse con el control de la ciudad, una de las más prósperas e importantes de Castilla donde su rey, el débil Enrique IV, hacía honor a su apodo asistiendo “impotente” a las continuas refriegas. 
Conforme avanzaba la contienda la situación se agravaba, y en pocos años prácticamente todos los nobles habían tomado partido por uno u otro bando, viviéndose escenas realmente dramáticas como, por ejemplo, el incendio que en 1478 redujo a escombros la iglesia de San Marcos
Cuenta Félix González de León que muchas familias convirtieron entonces sus residencias en auténticas fortalezas, llenándose Sevilla de edificios amurallados y de torres defensivas desde las que se protegían los barrios y las zonas residenciales de los ataques enemigos. 

Iglesia de San Marcos
Calle Castellar; al fondo la iglesia de San Marcos

10 de febrero de 2013

La Fábrica de Harinas de la calle Recaredo

A finales de Noviembre de 1868 es derribada la Puerta Osario.
Con el visto bueno del arquitecto municipal Manuel Galiano, los albañiles a sueldo del contratista José Girón desmantelan la que, por suerte o por desgracia según se mire, es una de las últimas puertas de la ciudad desaparecidas bajo los certeros golpes de la piqueta.
Suerte porque después de ella sólo caerían las Puertas de Córdoba y Sol; desgracia porque en los años precedentes fueron derribadas 9, tres de ellas (Triana, San Fernando y Carmona) coincidiendo con la etapa republicana mientras las otras seis (Barqueta, San Juan, Real, Carne, Arenal y Jerez) desaparecieron entre 1857 y 1864, cuando España era reinada por Isabel II, al menos oficialmente. 

Reconstrucción de la Puerta Osario
Reconstrucción virtual de la Puerta Osario

3 de febrero de 2013

En el Palacio del Pumarejo

Tristeza.
Es la sensación que queda tras visitar el Palacio del Pumarejo, uno de los edificios más grandes e importantes de Sevilla cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII
Y es que esta joya del patrimonio hispalense, de la que todo el mundo ha oído hablar aunque realmente poca gente conoce, se encuentra en un estado de degradación tan acusado que, de no ser por los esfuerzos de sus inquilinos y de algunas asociaciones, podríamos darla ya por sentenciada a la desaparición
Humedades, desconchones, revestimientos caídos o forjados apuntalados son el presente de este magnífico exponente de la arquitectura dieciochesca
Afortunadamente su esplendoroso pasado aún es posible distinguirlo entre tanta ruina, como una pequeña luz que tratara de sobrevivir en la más profunda y terrible oscuridad

Patio